13 de febrero de 2009

NUTRIENDO VIDAS

Informe 2008 del Grupo “Nutriendo Vidas”


Coordinadoras:

Lic. Psicóloga: Natalia Chappuis
Lic. Psicóloga, Sexóloga: Claudia Grillo.





LA VIDA ES

La vida es una oportunidad, aprovéchala.
La vida es belleza, admírala.
La vida es beatitud, saboréala.
La vida es un sueño, hazlo realidad.
La vida es un reto, afróntalo.
La vida es un deber, cúmplelo.
La vida es un juego, juégalo.
La vida es preciosa, cuídala.
La vida es riqueza, consérvala
La vida es amor, gózala.
La vida es un misterio, devélalo.
La vida es promesa, cúmplela.
La vida es tristeza, supérala.
La vida es un himno, cántalo.
La vida es un combate, acéptalo.
La vida es una tragedia, domínala.
La vida es una aventura, afróntala.
La vida es felicidad, merécela.
La vida es la vida, defiéndelas.

Madre Teresa de Calcuta


Como Surge

El grupo “Nutriendo Vidas”, surge frente a la necesidad
de crear un espacio de encuentro para personas viviendo
con VIH/SIDA dentro del marco de las actividades que
lleva adelante A.MI.SE.U , como parte de los espacios de
contención que brinda la institución. Desde el comienzo,
Gerardo (secretario de A.MI.SE.U, y referente institucional
para el grupo) con su amplia experiencia en consejería a
personas que viven con VHI/sida, nos propuso en nombre
de la asociación la creación de un grupo de “crecimiento
personal”, donde se hiciera especial hincapié en los
aspectos positivos y situaciones generadoras de vida y
creatividad sana. Frente a este pedido emprendimos el
camino que se inicio en mayo de este año.

Objetivos

Nuestro objetivo general consistió en:

Ø Generar un espacio tendiente a la promoción de la
salud para así mejorar la calidad de vida de las PVVS.

En cuanto a los objetivos específicos, estos se fueron
modificando en base a la dinámica grupal, logrando
distintos grados de cumplimiento de los mismos.
Ellos fueron:

Ø Habilitar al autoconocimiento.
Ø Fortalecer la autoestima.
Ø Brindar apoyo y contención emocional.
Ø Generar un espacio autogestionado.

Metodología de trabajo

Para llevar a cabo los objetivosantes planteados
utilizamos el dispositivo de Taller, un método activo
de trabajo donde se enfatizó en lo creativo, en la
participación, la comunicación y la producción social.
Elegimos esta modalidad por considerarla una fuente
privilegiada que implica lo lúdico, lo creativo y lo grupal.


El rol como coordinadoras del taller fue de vital
importancia, ya que facilito un proceso cooperativo
que permitió la reflexión grupal y favoreció la descentración
de nuestra figura como psicólogas coordinadoras.
Consideramos que la coordinación es una relación
especial que se establece entre un sujeto/s y un grupo.
Como coordinadoras facilitamos la comunicación y el
aprendizaje, y junto con el grupo fuimos produciendo
conocimientos. Es así que el taller “… permite al grupo
y a cada uno de sus integrantes, acercarse a una nueva
visión de sí mismo y de la realidad que lo circunda”, da
lugar al intercambio, lo incita y alienta; creemos que esto
sucedió en el proceso vivido.

Apuntamos a que el taller partiera de la información y/o
conocimientos previos de lo/as participantes, para así
generar un intercambio en el grupo, que permitiera un
enriquecimiento mutuo a partir de las diferencias y
similitudes que se despliegan en este tipo de encuentro.
Nuestra idea siempre fue ser no directivas, continentes,
y sobre todo observadoras, lo que permitió entender ciertos
emergentes grupales, como por ejemplo: qué es lo que se
dice y habla, qué es lo que ocultan, lo que no les gusta, lo
que quieren y esperan, lo que saben y necesitan. Fue una
“observación – escucha” del acontecer grupal. También
posibilitó la discriminación entre los silencios de
incomunicación y aquellos que implicaban una reflexión.

Características del grupo.

Como resultado de la convocatoria realizada, a lo largo del
año se vincularon al grupo un total de 15 personas, de las
cuales 9 se mantuvieron con cierta estabilidad.
En una primera instancia se llego a un acuerdo grupal por
el cual hasta el tercer encuentro el grupo se mantendría
abierto a integrar a nuevas personas. Luego, por la dinámica
que se fue dando, el grupo fue recibiendo nuevo/as integrantes
hasta el final de los encuentros.

La conformación se dio entre personas de ambos sexos en
un rango de edades que iba entre los 30 y los 60 años. En
cuanto a la relación vivida con el VIH/sida, todo/as llevan un
tiempo prolongado (años) de haber sido diagnosticado/as.
Además, con una fuerte adherencia al tratamiento ARV, el
cual es llevado a cabo en el Instituto de Higiene.

El Proceso vivido.
Comenzamos con encuentros quincenales (jueves de 17:30
a 19 hs), los cuales se extendieron desde mayo a diciembre,
habiendo totalizado un total de 15. Dichos encuentros se
desarrollaron en la sede de A.MI.SE.U.

Creímos pertinente comenzar el proceso permitiendo al grupo
que expresara cuales serían los objetivos que ello/as desearían
cumplir. Para esto, se implemento la técnica de lluvias de ideas.
A partir de esta actividad lo más relevante fue el interés del grupo
por encontrar un espacio de encuentro en donde poder
básicamente expresar todo lo referente a su particular condición
de ser personas viviendo con VIH/SIDA, pero a su vez poder
trascender esta singularidad creando un grupo de apoyo y
contención que acompañara las vivencias de cada uno/a.
También surgió la idea de que el grupo pudiera salir de “las
cuatros paredes” y pudiera darse a conocer en otros ámbitos.

Frente a estas expectativas, consideramos pertinente comenzar
con el autoconocimiento que permitiera posteriormente una mejor
convivencia entre lo/as integrantes del grupo, y un fortalecimiento
de la autoestima.
En este sentido, se trabajo con diferentes dinámicas con el objetivo
de habilitar que lo/as integrantes compartieran sus experiencias y
emociones a modo de fortalecerse y romper con ciertos estigmas
sociales que no solo recaen sobre nosotro/as sino que nos ponemos nosotro/as mismo/as.

Esta idea fue bien recepcionada por el grupo, lográndose una
excelente empatización y respeto frente a lo expresado por cada
uno/a. Por momentos se genero un clima de intimidad, de reflexión,
y sensibilización con las experiencias vividas que fue fortificando progresivamente el sentido de pertenencia a este grupo.

Trabajar desde lo positivo que toda persona tiene fue otra de las
metas que nos propusimos. Así, el elogiar, el resaltar aquellas
cualidades, capacidades, y rasgos físicos vistos de cada uno/a
que son vistos como positivos por los demás, funciono como un
alimento afectivo para la autoestima de cada miembro.

Cuando consideramos que se había logrado cierto nivel de
confianza entre lo/as integrantes, propusimos trabajar “la Línea
de la vida”. Con esta dinámica sabíamos que era muy posible
que surgieran hechos dolorosos. Así fue. Ciertas heridas se
abrieran y surgió un malestar que el grupo supo sobrellevar.
Aquí nos dimos cuenta que se había generado un buen nivel de
confianza que propicio la apertura suficiente como para desplegar
ciertos hechos de sus vidas.
Si bien nuestra idea era poder ir depurando esas heridas y
paulatinamente irlas cerrando de la mejor forma posible, la
posterior inestabilidad a nivel de asistencia que se dio, hizo
imposible esta empresa.
A partir de esto, debimos amoldarnos a cada nuevo taller y
planificar sobre la marcha. Este fue un periodo que como
coordinadoras nos sentimos desorientadas debido a que el hilo
de trabajo que veníamos desarrollando nos fue imposible continuar.
Fue todo un desafió cada taller, debimos trabajar con lo imprevisto
y la variabilidad de cada encuentro. Temiendo que esto pudiera
desmoralizar a aquellos integrantes que desde un inicio venían
asistiendo a los talleres. Afortunadamente no fue así. El núcleo
que participo desde los inicio se mantuvo casi en su totalidad y
sobre todo incorporo sin problemas a las nuevas personas que
se iban integrando y fortificando a su vez al grupo.
Las nuevas incorporaciones significaban que debíamos
integrarlos y lograr nuevamente una cohesión de grupo.
A eso apuntamos, a sabiendas de que para algunos esto podría
significar un retroceso en el proceso que se venia dando.
Corrimos con los riesgos, hoy podemos decir que si bien se
produjeron bajas, el año finalizo con un núcleo fuerte y
comprometido de personas.

Queremos destacar dos hechos que creemos hablan de la
solidez que el grupo fue adquiriendo y que esperamos se siga
desarrollando. Primero, la capacidad de autogestión que
demostraron tener cuando por diferentes motivos no pudimos
asistir a uno de los encuentros. Valoramos la iniciativa que se
tuvo por querer funcionar a pesar de no contar con la presencia
de las coordinadoras. Esto nos habla, por un a lado, de que el
grupo considera valioso el espacio, y por otro, que se sienten
capaces y motivados por llevar a cabo un encuentro
prescindiendo de guías. El empoderamiento y autogestión
son ingredientes fundamentales para que puedan generar
cambios en sus vidas.
Como segundo hito, resaltamos el entusiasmo con que
recepcionaron la idea de darle un nombre al grupo, diseñar
un logo para luego confeccionar una bandera identificatoria
del grupo.
“Nutriendo Vidas”, fue el nombre seleccionado entre más
de una veintena. Nombre que sin dudas refleja el objetivo último
de este grupo. Nutrir, nos habla de la posibilidad de
transformar, fortalecer, acrecentar, mediante el aporte que
cada individualidad realiza desde su singular existencia y forma
de ver y vivir la vida. Desde este punto de vista,
consideramos que cada integrante salio “nutrido” después de
esta experiencia.
La confección artesanal de la bandera, dio un valor agregado,
que una vez más demuestra el trabajo conjunto en pos de un
objetivo común.

El cierre del proceso 2008, se dio con dos acontecimientos.
Uno, la conclusión de las actividades que A.MI.SE.U realizo
durante el 2008. Este fue un espacio en donde por primera
vez el grupo “Nutriendo Vidas” se mostró públicamente
mediante la exposición de su bandera identificatoria.
Y por último, y como prueba de que las actividades de
“Nutriendo Vidas” trascendieron el formato de taller, se produjo
un encuentro en donde se compartió una cena y luego un
espacio bailable. Momento en que se vivió un clima de diversión,
camaradería y sobre todo, mucho entusiasmo por que esta
experiencia se sucediera en el año entrante.

Proyecciones para el 2009.
Teniendo en cuenta los cortes que se dieron en el proceso grupal,
por las causas antes expuestas, creemos conveniente retomar
algunos puntos que quedaron sin un cierre, para luego dar inicio a
lo específico para este año.
A continuación haremos un punteo de lo que esperamos trabajar
en el presente año, teniendo en cuenta que la dinámica grupal
puede hacer variar nuestros objetivos. Sobre todo, si tenemos en
cuenta que nuestro principal objetivo será respetar los caminos
que el grupo vaya forjando.

Como forma de ampliar el número de participantes, nos parece
beneficioso que el propio grupo pueda pensar estrategias para
la realización de una convocatoria exitosa.

En la primera parte del año, pretendemos retomar brevemente
lo referente al autoconocimiento para luego trabajar la autoestima,
tema que si bien teníamos planificado trabajar, no pudimos hacerlo
de la forma más conveniente.

Luego, iniciar un proceso por el cual el grupo vayan adquiriendo el
sentido de que cada uno/o de ello/as pueden ser agentes
multiplicadores de salud, tanto en la prevención de la enfermedad
como en la promoción de la salud. Con el objetivo de que lo
trabajado en los talleres pueda trascender y beneficiar a otras
personas en situaciones similares.

Reiteramos que esto es solo una intención que tomara fuerza si
el grupo entiende que es el recorrido que desea realizar. En
definitiva, la flexibilidad será nuestra guía principal.

En suma.
Haciendo el balance de lo vivido, tanto del grupo, como de nosotras
como psicólogas coordinadoras, creemos que fue altamente
satisfactorio, a pesar de las dificultades que debimos sortear a lo
largo del año.
Es así, que visibilizamos una serie de fortalezas y debilidades,
ellas son:

Fortalezas:
Ø Se logro brindar apoyo y contención en aquellos momentos
en que así lo requirió.
Ø Se genero un clima de confianza suficiente que habilitó
la apertura emocional de lo/as participantes.
Ø La capacidad de autogestión, que se vio demostrada en un
encuentro que a pesar de la falta de nuestra
coordinación, el grupo decidió reunirse y funcionar igual.
Ø La incorporación, hacia el final del año, de personas
que hasta el momento han demostrado compromiso
y continuidad en sus asistencias al grupo.
Ø Se logró conformar un sentido de identidad de grupo
que se vio plasmada en la elección de un nombre
para el grupo (“Nutriendo Vidas”) y la posterior
realización grupal del logo y la bandera.
Ø El entusiasmo por continuar en el 2009, lo que este
año comenzamos.

Debilidades:
Ø La inestabilidad de asistencia al grupo, por parte de
algunas personas.
Ø La poca concurrencia en algunos encuentros, hizo
que fuera imposible la realización de los mismos.
Ø No haber podido hacer un cierre de aquellos
temas que fueron muy movilizantes.


Para finalizar, queremos agradecer a todo/as lo/as que
confiaron en nosotras como personas y profesionales,
abriendo sus corazones y depositando en nosotras su
confianza.

Gracias “Nutriendo Vidas” y A.MI.SE.U.

Lic. Claudia Grillo.
Lic. Natalia Chappuis.

Coordinadoras de grupo

1 comentario:

Anónimo dijo...

felicitaciones por su trabajo y continuen adelante.
Jaun